Deportivo Arenal (Ingeniero Maschwitz) derrotó como local a Náutico Zarate por 81 a 77 en la 1ra Final de la Liga Regional U 15.

Ante un excelente marco de público y con un tremendo clima de partido de principio a fin, los Areneros levantaron una desventaja de 15 puntos en el primer tiempo (44 a 29) y en un desenlace ardiente, derrotó como local a Náutico Zárate por 4 unidades.

Así, los Areneros viajarán a Zárate sabiendo que con la victoria, perdiendo por menos de 4 o inclusive por 4 sin recibir más de 81, será el Campeón.

En cambio, el Ancla deberá ganar como mínimo por 4 y hacer más de 81 o sino por una diferencia mayor.

La gran figura del partido, fue Emi Polese con 31 unidades. También hubo enormes producciones de Benjamin Andrada 18, Joaquín Giles 14 y Simón Funes 13.

En Náutico, se destacó la gran labor de Marti Repetto máximo anotador del encuentro con 38 unidades, luego, Lucas Méndez aportó 14 y Thiago Repetto 10.

Emociones

De arranque, ambos montaron un interesante espectáculo; intercambiándose permanente el dominio del electrónico donde Polese (12) tenía su monólogo en Arenal y Méndez lo propio en la visita, permitieron que Náutico Zarate este arriba por la mínima (8 a 7).

Arenal resultó más preciso en el cierre, porque, con el imparable Polese, estableció un parcial de 8 a 3 y se retiró al 1er descanso arriba por 4 (15 a 11).

En el 2º cuarto, el escenario cambio radicalmente; un demoledor tramo de Martiniano Repetto (25), originó un parcial de 25 a 8, situación que envió a la visita al frente por 13 (36 a 23).

Un par de libres de Andrada y una bomba de Funes, detonó en un parcial de 5 a 0 que acercó a Arenal a 8 (36 a 28), pero, Martiniano Repetto se mostró imparable en el ataque rápido y elaboró un parcial de 8 a 1 que posicionó a Náutico Zarate en el entretiempo adelante por la máxima de 15 (44 a 29).

En el tercer cuarto, Arenal resucitó de las más profundas oscuridades; con mayor intensidad, actitud y una pequeña cuota de sacrificio defensiva, logró hacerse sólido en su cristal y consiguió correr en velocidad, especialmente a través de la ascendente producción de Andrada, lo que provocó un asombroso parcial de 23 a 6 y le devolvió el control del pizarrón por un doble (52 a 50).

No obstante, con los hermanos Repetto, Náutico colocó un parcial de 8 a 3 introduciéndose en el último descanso en ganancias por un triple (58 a 55).

En el último cuarto, un doble de Méndez, uno de Thiago Repetto, más una bomba y un libre de Martiniano Repetto, derivó en un parcial de 8 a 0 que amplió la cuenta a 11 (66 a 55).

Una ráfaga de Polese, hizo que Arenal imponga un parcial de 7 a 1 reduciendo la brecha a 5 (67 a 62). Un libre de Martiniano Repetto, un doble de Tomii Di Fiori y otro de Valentin Sanchez, le entrego a la visita un parcial de 5 a 2 para que se escapé a 8 (72 a 64), aunque, entre tantos jugadores cargados de infracciones, justo debió salir su goleador Martiniano Repetto por alcanzar la quinta.

Ahí se derrumbó el Ancla, porque, no pudo aguantar la embestida que le propuso Arenal quien utilizando la explosividad de Polese, hurtó varias pelotas claves y contragolpeo a todo ritmo, diseñando un parcial lapidario de 17 a 5 que le aseguró el triunfo por 81 a 77, lo que abre una nueva puerta de cara a lo que será la revancha en Zárate y que seguramente se vivirá con la misma magnitud de anoche.

La síntesis

Deportivo Arenal (Ingeniero Maschwitz)(81)

Emilio Polese 31, Rodrigo Martínez 3, Lucas Larrosa 0, Ezequiel Gonzalo 0 y Emiliano Jambrina 2 (FI). Ignacio Videla 0, Benjamín Andrada 18, Simon Funes 13, Joaquin Giles 14, Julián Corsani 0, Neyen Luna 0 y Agustín Canade 0. Entrenador: Gustavo Ingiullo.

Náutico Zárate (77)

Tomás Di Fiori 2, Facundo Dovale 0, Thiago Repetto 10, Valentín Sánchez 4 y Lucas Méndez 14 (FI). Martiniano Repetto 38, Eliseo Sosa 0, Bautista Cosso 3, Bautista Pascolatt 2, Ignacio Gauna 4 y Jeremias Baumgart 0. Entrenador: Gerardo Antoine Tarrie.

Parciales: 15-11, 14-33, 26-14 y 26-19.

Árbitros: Mariano Hernan Imosi y Joaquín Albertinsky.

Gimnasio: Deportivo Arenal (Ingeniero Maschwitz).

Por Matías Bravo