Jonathan se despertó como todas la mañanas, algo cansado por la noche anterior. Desde el nacimiento de Olivia, su primera hija, sus noches y la de su esposa tienen ese condimento único que brinda la paternidad. Pero no era un día más. Era "el" día. Arrancaba una nueva temporada de pasión de siempre: el básquet. Desayunó, se despidió de Olivia y su mujer, y salió para el trabajo. La jornada laboral fue sólo el tránsito hasta ese viaje que le esperaba hacia zona sur, donde su querido Sociedad Hebraica Argentina (SHA) enfrentaría a Lanús, un equipo duro, que suele estar siempre listo para ganarle a cualquiera. En el a priori iba a ser un partido con poca expectativa. Este año SHA unificó sus equipos A y B, y armó un team +43. Además perdió a Diego Casarin (emigró a Campos de Echeverría), y a otros pilares de la campaña anterior. Para colmo los hermanos Jonathan y Yoel Lemcovich no serían de la partida. Por suerte algunos jugadores del equipo +43 estuvieron dispuestos a dar una mano y engrosar las filas de los de Once para que la imaginada derrota no fuera tan abultada. El Turco, como también lo conocen a Jonathan, pensó si no era mejor quedarse en casa y disfrutar de Olivia, pero luego pensó en sus compañeros y renovó el compromiso de estar, pasara lo que pasara.
Una vez en la cancha del Granate, la entrada en calor de los locales, más atléticos, presagiaba que sería una lucha desigual. Hebraica decidió marcar zona, para no padecer la velocidad y capacidad de salto de los locales, aún a riesgo de sucumbir ante la media y larga distancia de Lanús. Paralelamente Jonathan se dijo a sí mismo "no están los Lencovich y se nos fue Casarín. Hoy la tiro yo." Arrancó el juego, y la zona visitante fue la receta ideal para un Lanús que erraba casi todo lo que tiraba desde lejos. Y no sólo eso, el Turco estaba encendido, y al cabo de los primeros 10 minutos su equipo estaba 22-16 adelante. La alegría pareció disiparse cuando los Granates empezaron a recortar ventajas, en un cuarto para el olvido (9-2) que sin embargo alcanzó para que los locales se fuesen al descanso ganando 25-24. Pero con los buenos aportes de Sebastián "Uranga" Blaser (12), Javier "Gallego" Moldavsky (12) y Diego Czernizer (9), Hebraica se recuperó la delantera en el score por la mínima (39-38) y entró en zona de definición con expectativas. En el cierre, un juego más sólido le dio a Jonathan y los suyos un impensado triunfo. El regreso a casa fue diferente del imaginado. En su hogar lo esperaba su familia. El básquet es una pasión para quien lo juega, pero qué importa perder o ganar después de todo... Si hay cosas mucho más importantes que admirar y disfrutar en esta vida, pensó mientras veía a Olivia dormir plácidamente.
Síntesis
Lanús (49): Diego "el Guly" Alonso (-), Ezequiel Fornasa (8), Javier Vitellozzi (-), Claudio De Stéfano (3), Claudio Giliberto (NJ), Javier Madero (NJ), Juan Manuel "Palo" Prenollio (NJ), Marcelo "Chelo" Fontenla (-), Martín "Chori" Palmarochi (4), Diego Cejas (16), Federico Helale (NJ), Gastón Berón (NJ), Carlos Aramburu (2), Leonardo Palmarochi (-), Jorge Saucedo (NJ), Diego Silveyra (2) y Gabriel Spatlro (14).
Hebraica (56): Diego Czernizer (9), Luciano Fiszman (NJ), Tal Waisbord (2), Mariano Kuman (-), Mario Silberstein (2), Jonathan "Turco" Yeger (19), Jonathan Lemcovich (NJ), Javier "Gallego" Moldavsky (12), Roberto "Mago" Pavlotsky (NJ), Ezequiel "Zequi" Berlante (-), Emiliano "El Loco" Sektzer (NJ) y Sebastián "Uranga" Blaser (12).
Cancha: C. A. Lanús
Parciales: 16-22 / 9-2 (25-24) / 13-15 (38-39) / 11-17 (49-56).
