Fue un gran partido, con momentos de claro dominio de ambos en la primera etapa, y un complemento de trámite más parejo, aunque siempre favorable a la V, que en el balance general fue un justo ganador. El Negriblanco se quedó ahí de subir, y como primera opción en caso de que se baje algún equipo de la A en 2018. Sin Gabriel Goldberg, que estuvo presente acompañando a sus amigos, en las instancias finales los de Moreno fueron un duro rival para el campeón GEVP y para Vélez, pero le faltó muy poco para lo que hubiera sido un merecido ascenso.

De arranque ambos salieron a jugar con quintetos fuertes y todo fue del local, que jugó como nunca, con porcentajes de gol muy elevados, en especial de los grandotes: con movimientos felinos del Helióptero Díaz, un temible tiro a pie firme de Gaviota Clarembaux que además se hizo enorme en los rebotes, y con Rodrigo "Roy" García (7) que se hizo espacio para recuperar balores en la lucha rebotera y transformarlos en puntos, todo era del duelo de casa, me metió un parcial de 21-2. Ni el Indio Zárate (14) ni Guillermo Loverso (9), la temible dupla ofensiva del malón, pudieron gravitar: el primero muy errático y más dedicado a protestar y enojarse porque las cosas no le salían; el segundo bien custodiaado por Darío "Tano" Fernández (6), su sombra en la noche de Liniers, y siempre en la mira de los demás jugadores velezanos. Fueron 10 minutos en los que todo indicaba que el local se quedaría con el triunfo, y terminó con un abultado 25-8 que así lo justificaba. Pero con la segunda unidad la cosa cambió: Loverso se mantuvo en cancha, y apareció Manimal Libal, letal desde tercera dimensión. Con un equipo más aguerrido, que pudo controlar mejor a un Fortín que repetía a la dupla Clarembaux-García, más desgastada por el trajín del primer chico, los de Moreno encontraron la contra con Loverso y la la terrible efectivividad de Manimal, para empezar a limar la diferencia. Vélez sólo encontró algunas canastas de sus grandotes, que le permitieron maquillar el claro 20-8 con el que el alma le volvía al cuerpo a Julio "Yoda" Braunroth y los visitantes quedaban a 5 (33-28) al llegar al entretiempo.

Tras el descanso el juego se emparejó y durante 10 minutos las defensas mandaron, para un chato 11-9 en favor del juego de conjunto del anfitrión, en contraste con la Tribu, en la que casi exclusivamente Zárate lograba destacarse en el aro contrario. Con el score 44-37, tras unos minutos de paridad Vélez logró quebrar el marcador sacando una ventaja de 10 que pudo administrar con la efectividad de Gaviota Clarembaux desde la línea de los suspiros ante un oponente que ya no contó con las bombas de Libal (0 de 7 en el segundo tiempo), no pudo abastecer de juego a Loverso, otra vez neutralizado por el Tano Fernández, y volvió a depender de lo que aportaban Zárate y el laborioso Jorge Melik (8). Llegó el final, y el moderado festejo de los locales ante lógica resignación de un gran oponente. Vélez ya tiene un lugar en la élite del maxibásquet en 2018. Los Indios A deberá aguardar un hueco, o velar las armas para iniciar el segundo operativo retorno el año que viene.

Síntesis

Vélez (59): Diego "Pollo" Martínez (NJ), Gastón "Turco" Turner (6), Darío "Pelado" Diamante (-), Jorge Pulido (NJ), Pedro Paz (2), Román "Romy" Mesik (7), Ezequiel "Helicóptero" Díaz (13), Marcelo "Gaviota" Clarembaux (15), Rodrigo "Roy" García (7), Pablo "Cabezón" Medoni (2), Darío "Tano" Fernández (6) y Alfredo Castro (1).

Los Indios A (47): Fernando "Pico" Lombardo (NJ), Jorge Melik (8), Julio Saavedra (NJ), Reinaldo Brasell (-), Daniel Goldberg (2), Gabriel Goldberg (NJ), Javier Ribó (NJ), Julio "Yoda" Braunroth (-), Sergio Langé (NJ), Martín Raffo (1), Gustavo "Manimal" Libal (13), Fernando "Indio" Zárate (14), Lionel Zitto (NJ), Guillermo Loverso (9), Fernando Cufré (NJ), Alejandro Coatz (NJ), Jorge Amarfil (NJ), Mel Daniels (NJ), Pablo Scappaticcio (-). DT: Julio "Yoda" Braunroth.

Cancha: Vélez

Parciales: 25-8 / 8-20 (33-28) / 11-9 (44-37) / 15-10 (59-47)